Archive for April 14th, 2008

Monday, April 14, 2008

Y la Libertad de Expresión?

NOTA EXTRAÍDA DE PERIODISMO.COM

Polémica por un capítulo de Los Simpson en el que llaman ‘dictador’ a Perón. Diputado argentino pide que lo censuren

Un capítulo de “Los Simpson” no emitido aún en la Argentina despertó la polémica.

Se trata de un episodio que contiene un pasaje en la taberna de Moe, frecuentada por Homero. Allí, hay un dialogo entre Karl y Lenny, contertulios del lugar y compañeros de trabajo de Homero. “Realmente me gustaría una dictadura militar como la de Juan Perón. Cuando él te desaparecía, ¡tú te mantenías desaparecido!”, dice uno de los personajes. El otro le responde: “Su esposa era Madonna”.

La reacción no se hizo esperar. El ex diputado nacional (*) Lorenzo Pepe pidió al Comfer que no se emita el episodio en cuestión cuando la temporada actual de la serie llegue a la Argentina. “Envié una carta a Juan Gabriel Mariotto, nuevo titular del Comfer, para que, dentro de las normas vigentes, se evite esa actitud lacerante hacia la sociedad argentina. No es cierto que, como salió publicado en varios medios, yo haya pedido que se aplique la censura.

(*)Lo que le pido es que se sirva de las herramientas legales que estén a su alcance para evitar que este golpe a la cultura y a la historia argentina produzca un daño a la sociedad”, explicó Pepe.

En ningún momento se alude a la Argentina en esa parte del episodio. Como sea, “Los Simpson” vuelven a quedar en el ojo de la tormenta luego de que el presidente venezolano Hugo Chávez ordenara sacar del aire la serie por considerarla perjudicial para los niños. “No puedo reírme de los muertos, ni de la sangre derramada. Los Estados Unidos tienen un total desconocimiento de la historia latinoamericana. Y si se trató de una ironía, deberían darse cuenta de que hay cosas con las que no se hacen bromas. (*)Los desaparecidos son una cicatriz que todavía permanece abierta“, agregó Pepe.

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Con mi mayor respeto hacia todas las posturas frente a este artículo.

Marqué 3 ítems en los que quiero explayarme; Primero Señor Lorenzo Pepe, no sé si usted ha leído La Ley de Radiodifusión, yo sí. Le cuento que el Comfer no debería estar permitiendo que programas de chimentos, o algún “magazine” o programas con secciones como “Bailando por…….” estén al aire, simplemente porque es más perjudicial que un niño esté escuchando malas palabras y viendo mujeres desnudas, temas referentes al sexo y no tocados desde una postura seria sino que jocosa y hasta vulgar, y ésto sin tener en cuenta que Los Simpsons no es solamente una serie animada que ven niños, sino adultos.

Cuando uno es niño, es niño, dudo que pueda causarles terror o indignación escuchar eso, es más, creo que muchos ni si quiera van a entenderlo. El humor de Los Simpsons en algún punto puede llegar a tildarse de “inteligente”. En tanto, si uno es mayor y ve ese capitulo, al menos a mi, no me gusta que me subestimen; me considero capaz de poder disernir ideas, por qué en lugar de “poner parches” y querer ocultar opiniones de otras personas, no lucha por la educación? . Sabe, Perón como todos hizo “bueno y malo”, y mejor ni hablemos de lo malo. Insisto en que debería pedirle al Comfer en su deber como representante de la sociedad que se considera ser, sugerirles que escuchen un programa que se llama “Tarde negra” en la radio Rock and Pop. Esa mujer, conductora del programa y sus pares no dejand e decir guarangadas que dan asco escucharlas. Y la formación de quienes estamos en un medio de comunicación? ese programa se emite a las 6 de la tarde!, si su inquietud es que un niño no vea a los Simpsons o a ese capitulo, simplemente puede solicitar que se lo emita luego de las 10pm y que quede a libre juicio de los padres del menor si lo ve o no.

Segundo, según este artículo, usted dijo: Lo que le pido es que se sirva de las herramientas legales que estén a su alcance para evitar que este golpe a la cultura y a la historia argentina produzca un daño a la sociedad”. Golpe a la cultura?, en su lugar hubiera utilizado la palabra “historia”, Cultura es una palabra demasiado rica para que se la lleve toda Perón. Igualmente, reitero, si hay una condena que pagar por lo que hicieron, y realmente afecta a la sociedad, pierda cuidado que esa misma sociedad les va a pagar no viendolos más, y no va a hacer falta ni el Comfer ni nadie. Uno es libre de elegir lo que ve, lo que escucha, lo que lee también, y también tenemos derecho a quejarnos, como usted lo tuvo al solicitar esto, como nuestra Presidente se queja constantemente de los medios de prensa, como los medios se quejan del gobierno, y como yo me indigno porque se preocupen siempre por lo menos importante. Y digo yo… justo política tenía que ser el tema detonante para saltar en defensa de la sociedad. Hay chicos que nunca van a saber quien es Perón porque tienen hambre, frio, una familia que no es familia, un trabajo que no es trabajo, un rechazo absoluto por parte de la sociedad que ellos también forman parte! pero que nunca se van a enterar porque nadie les dijo que tienen los ismos derechos que esas personas que ellos ven con autos y etc etc. Y aclaro que no es una opinión socialista, porque no creo en eso, como no creo en el peronismo ni en el Partido Humanista ni el FRAL ni nada.

Por último, muy sinceramente, usted habla de que “Los desaparecidos son una cicatriz que todavía permanece abierta”, es cierto, para mucha gente los desaparecidos son una HERIDA que permanece abierta porque aún no cicatrizó!. De todos modos, les pediría aún a esas personas que no dejen de buscar esas respuestas y explicaciones que necesitan, pero basta de vivir en el pasado por favor, por eso es también que no avanzamos. Cuántos pueblos se levantaron después de grandes derrotas?. Yo no soy admiradora de USA pero hace muy poco junto con las Torres Gemelas se fueron muchas vidas, y ahí están…
Y los países que han estado en Guerra en Europa? vamos… reflexionemos un poco.

Hace 3 días casualmente visitaba sitios, blogs, fotologs, y encontré una ilustración, una paródia de la evolución, termino el post con la imagen y espero que no se hayan mal interpretado algunos puntos.

P/d: Abierta a recibir y contestar comentarios. Saludos.

Monday, April 14, 2008

Análisis de la Sociedad actual

Camino a casa pensaba en cómo está la sociedad, cómo está el mundo!; pensé que sería buena idea aprovechar los grandes beneficios de internet, que como sabemos, si se utiliza correctamente puede llegar a ser fantástico.

Sucede que tipée “Análisis actual de la sociedad”, y encontré varios links a sitios relacionados y que enfocaban el tema de diversas formas.

Finalmente encontré un análisis que me pareció interesantísimo y consideré oportuno poder publicarlo aquí. Desearía saber el nombre de la persona que escribió, pero tan solo firma como “Un Filósofo Contemporáneo”.

Los invito a que lo lean, en verdad es breve y muy concreto.

Análisis de la situación actual del hombre y la sociedad

En nuestros días, el género humano, admirado de sus propios descubrimientos y de su poder, se formula con frecuencia preguntas angustiosas sobre la evolución presente del mundo, sobre el puesto y la misión del hombre en el universo, sobre el sentido de sus esfuerzos individuales y colectivos, sobre el destino último de las cosas y de la humanidad.

Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le caracteriza. He aquí algunos rasgos característicos del mundo moderno.

El género humano se haya hoy en un período nuevo de su historia, caracterizado por cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes convive. Tal es así esto, que se puede hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural, que redunda también en la vida religiosa.

Como ocurre en toda crisis de crecimiento, esta transformación trae consigo no leves dificultades. Así, mientras amplia extraordinariamente su poder, no siempre consigue someterlo a su servicio. Quiere conocer con profundidad creciente su intimidad espiritual, y con frecuencia se siente más incierto que nunca de sí mismo. Descubre paulatinamente las leyes de la vida social, y duda sobre la orientación que a ésta se debe dar.

Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico. Y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir. Nunca ha tenido el hombre un sentido tan agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de esclavitud social y psicológica. Mientras el mundo siente con viveza su propia unidad interdependencia en ineludible solidaridad, se ve, sin embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas. Persisten, en efecto, todavía agudas tensiones políticas, sociales económicas, raciales e ideológicas, y ni siquiera falta el peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo. Se aumenta la comunicación de las ideas; sin embargo, aun las palabras definidoras de los conceptos más fundamentales revisten sentidos harto diversos en las distintas ideologías. Por último, se busca con insistencia un orden temporal más perfecto, sin que avance paralelamente el mejoramiento de los espíritus.

Afectados por la compleja situación, muchos de nuestros contemporáneos difícilmente llegan a conocer los valores permanentes y a compaginarlos con exactitud al mismo tiempo con los nuevos descubrimientos. La inquietud los atormenta, y se preguntan, entre angustias y esperanzas, sobre la actual evolución del mundo. El curso de la historia presente es un desafío al hombre que le obliga a responder.

La turbación actual de los espíritus y la trasformación de las condiciones de vida están vinculadas a una revolución global más amplia, que da creciente importancia, en la formación, en la formación del pensamiento, a las ciencias matemáticas y naturales y a las que tratan del propio hombre; y, en el orden práctico, a la técnica y a las ciencias de ella derivadas. El espíritu científico modifica profundamente el ambiente cultural y las maneras de pensar. La técnica con sus avances está transformando la faz de la tierra e intenta ya la conquista de los espacios interplanetarios.

También sobre el tiempo aumenta su imperio la inteligencia humana, ya, en cuanto al pasado, por el conocimiento de la historia; ya, en cuanto al futuro, por la técnica prospectiva y la planificación. Los progresos de las ciencias biológicas, psicológicas y sociales permiten al hombre no sólo conocerse mejor, sino aún influir directamente sobre la vida de las sociedades por medio de métodos técnicos. Al mismo tiempo, la humanidad presta cada vez mayor atención a la previsión y ordenación de la expansión demográfica.

La propia historia está sometida a un proceso tal de aceleración, que apenas es posible al hombre seguirla. El género humano corre una misma suerte y no se diversifica ya en varias historias dispersas. La humanidad pasa así de una concepción más bien estática de la realidad a otra más dinámica y evolutiva, de donde surge un nuevo conjunto de problemas que exige nuevos análisis y nuevas síntesis.

Por todo ello, son cada día más profundos los cambios que experimentan las comunidades locales tradicionales, como la familia patriarcal, el clan, la tribu, la aldea, otros diferentes grupos, y las mismas relaciones de convivencia social.

El tipo de sociedad industrial se extiende paulatinamente, llevando a algunos países a una economía de opulencia y transformando profundamente concepciones milenarias de la vida social. La civilización urbana tiende a un predominio análogo por el aumento de las ciudades y de su población y por la tendencia a la urbanización, que se extiende a las zonas rurales.

Nuevos y mejores medios de comunicación social contribuyen al conocimiento de los hechos y a difundir con rapidez y expansión máximas los modos de pensar y de sentir, provocando con ello muchas repercusiones simultáneas.

Y no debe subestimarse el que tantos hombres, obligados a emigrar por varios motivos, cambien su manera de vida.

De esta manera, las relaciones humanas se multiplican sin cesar y al mismo tiempo la propia socialización crea nuevas relaciones, sin que ello promueva siempre, sin embargo, el adecuado proceso de maduración de la persona y las relaciones auténticamente personales.

Esta evolución se manifiesta sobre todo en las naciones que se benefician ya de los progresos económicos y técnicos; pero también actúa en los pueblos en vías de desarrollo, que aspiran a obtener para sí las ventajas de la industrialización y de la urbanización. Esto últimos, sobre todo los que poseen tradiciones más antiguas, sienten también la tendencia a un ejercicio más perfecto y personal de la libertad.

El cambio de mentalidad y de estructuras somete con frecuencia a discusión ideas recibidas. Esto se nota particularmente entre los jóvenes, cuya impaciencia, e incluso a veces también angustia, les lleva a rebelarse. Conscientes de su propia función en la vida social, desean participar rápidamente en ella. Por lo cual no raramente los padres y los educadores experimentan dificultades cada día mayores en el cumplimiento de sus tareas.

Las instituciones, las leyes, las maneras de pensar y de sentir, heredadas del pasado, no siempre se adaptan bien al estado actual de las cosas. De ahí una grave perturbación en el comportamiento y aun en las mismas normas reguladoras de éste.

Las nuevas condiciones ejercen influjo también sobre la vida religiosa. Por una parte, el espíritu crítico más agudizado la purifica de un concepto mágico del mundo y de residuos supersticiosos y exige cada vez más una adhesión verdaderamente personal y operante a la fe, lo cual hace que muchos alcancen un sentido mucho más vivo de lo divino. Por otra parte, muchedumbres cada vez más numerosas se alejan prácticamente de la religión, la negación de Dios o de la religión no constituyen,

como en épocas pasadas, un hecho insólito e individual; hoy día, en efecto, se presenta no rara vez como exigencia del progreso científico y de un nuevo humanismo nuevo. En muchas regiones esa negación se encuentra expresada no sólo en niveles filosóficos, sino que inspira ampliamente la literatura, el arte, la interpretación de las ciencias humanas y de la historia y la misma legislación civil. Es lo que explica la perturbación de muchos.

Una tan rápida mutación, realizada con frecuencia bajo el signo del desorden, y la misma conciencia agudizada de las antinomias existenciales hoy en el mundo, engendran o aumentan contradicciones y desequilibrios.

Surge muchas veces en el propio hombre el desequilibrio entre la inteligencia práctica moderna y una forma de conocimiento teórico que no llega a dominar y ordenar la suma de sus conocimientos en síntesis satisfactoria. Brota también el desequilibrio entre el afán por la eficacia práctica y las exigencias de la conciencia moral, y no pocas veces entre las condiciones de la vida colectiva y las exigencias de un pensamiento personal y de la misma contemplación. Surge, finalmente, el desequilibrio entre la especialización profesional y la visión general de las cosas.

Aparecen discrepancias en la familia, debidas ya al peso de las condiciones demográficas, económicas y sociales, ya a los conflictos que surgen entre las generaciones que se van sucediendo, ya a las nuevas relaciones entre los dos sexos.

Nacen también grandes discrepancias raciales y sociales de todo género. Discrepancias entre los países ricos, los menos ricos y los pobres. Discrepancias, por último, entre las instituciones internacionales, nacidas de la aspiración de los pueblos a la paz, y las ambiciones puestas al servicio de la expansión de la propia ideología o los egoísmos colectivos existentes en las naciones y en otras entidades sociales.

Todo ello alimenta la mutua desconfianza y la hostilidad, los conflictos y las desgracias, de los que el hombre es a la vez causa y víctima.

Entretanto, se afianza la convicción de que el género humano puede y debe no sólo perfeccionar su dominio sobre las cosas creadas, sino que le corresponde además establecer un orden político, económico y social que esté más al servicio del hombre y permita a cada uno y a cada grupo afirmar y cultivar su propia dignidad.

De aquí las instantes reivindicaciones económicas de muchísimos, que tienen viva conciencia de que la carencia de los bienes que sufren se debe a la injusticia o a una no equitativa distribución. Las naciones en vía de desarrollo, como son las independizadas recientemente, desean participar en los bienes de la civilización moderna no sólo en el plano político, sino también en el orden económico, y desempeñar libremente su función en el mundo. Sin embargo, está aumentando a diario la distancia que las separa de las naciones más ricas y la dependencia incluso económica que respecto a éstas padecen. Los pueblos hambrientos interpelan a los pueblos opulentos. La mujer, allí donde todavía no lo ha logrado, reclama la igualdad de derecho y de hecho con el hombre. Los trabajadores y los agricultores no sólo quieren ganarse lo necesario para la vida, sino que quieren también desarrollar por medio del trabajo sus dotes personales y participar activamente en la ordenación de la vida económica y social, política y cultural. Por primera vez en la historia, todos los pueblos están convencidos de que los beneficios de la cultura pueden y deben extenderse realmente a todas las naciones.

Pero bajo todas estas reivindicaciones se oculta una aspiración más profunda y más universal: las personas y los grupos sociales están sedientos de una vida plena y de una vida libre, digna del hombre, poniendo a su servicio las inmensas posibilidades que les ofrece el mundo actual. Las naciones, por otra parte, se esfuerza cada vez más por formar una comunidad universal.

De esta forma, el mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, capaz de o mejor y de lo peor, pues tiene el camino abierto para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso y el retroceso, entre la fraternidad y el odio. El hombre sabe muy bien que está en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado, y que pueden aplastarle o servirle. Por ello se interroga a sí mismo.

En realidad de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano. Son muchos los elementos que se combaten en el interior del hombre. A fuer de criatura, el hombre experimenta muchas limitaciones; se siente, sin embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atraído por muchas solicitaciones, tiene que elegir y tiene que renunciar. Más aún, como enfermo y pecador, no raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querría llevar a cabo. Por ello siente en sí mismo la división, que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad. Son muchísimos los que, tarados en su vida por el materialismo práctico, no quieren saber nada de la clara percepción de este dramático estado, o bien, oprimidos por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo. Muchos piensan hallar su descanso en una interpretación de la realidad propuesta de múltiples maneras. Otros esperan del sólo esfuerzo humano la verdadera y plena liberación de la humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro reino del hombre sobre la tierra saciará plenamente todos sus deseos. Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida un sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece de toda significación propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo. Sin embargo, ante la actual evolución del mundo, son cada día más numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva penetración las cuestiones más fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida terrenal?

(Un filósofo contemporáneo)

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Espero que haya sido de su agrado, o al menos que los haya invitado a reflexionar.

En este sentido me pregunto dónde está nuestra IDENTIDAD. (?)

Hasta pronto.

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